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Contenido web, por qué es tan importante

Introducción

Todavía existe la creencia de que, al desarrollar una web, lo más importante es el diseño. Por eso nadie se extrañará de que en una web normal el diseño pueda costar más de 1.000 euros, y en cambio más de uno no entiende que los contenidos puedan valer casi lo mismo. Sin embargo, una página bien diseñada no logrará un buen posicionamiento en Google ni que los usuarios se interesen en los productos o servicios que ofrecemos si no ofrece buen contenido web. Por eso no puede hacerlo cualquiera ni se puede hacer en un momento. Requiere talento, inversión de tiempo y, casi siempre, experiencia.

El contenido web marca la diferencia

Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que la gente no va a visitar una web y plantearse contratar servicios o comprar productos si no es por el contenido que se ofrece y cómo está presentado. Y si no se plantea eso, mucho menos compartirá sus contenidos en redes sociales, por medio de links en otras webs o incluso la recomendaría boca-oreja. Si los contenidos no satisfacen, los usuarios irán a otra web que sí les ofrezca lo que andan buscando.

El contenido web, por lo tanto, tiene que ser de calidad, inédito, relevante y útil. Además, claro está, debe ser presentado con un diseño atractivo, que favorezca la legibilidad y genere confianza, y una estructura intuitiva que permita la fácil localización de lo que se busca y facilite la interacción con la empresa o persona.

Para lograr que estos contenidos alcancen ese nivel de calidad, no solamente deberemos pensar en textos. Obviamente los textos son lo fundamental, pero también debemos elegir imágenes adecuadas, especialmente la imagen principal, que capten la atención a primera vista. Además, cada vez es más necesario completar contenidos con vídeos, e incluso comparadores o infografías, o elementos de gamificación, que están a medio camino entre el diseño, la programación y la generación de contenidos.

La publicidad NO sustituye un buen contenido web

Hay algunas empresas que piensan que no necesitan un buen contenido web porque aunque no tengan un buen posicionamiento, ya atraen clicks por medio de la publicidad. Sin embargo están equivocadas porque los contenidos no sólo influyen en el posicionamiento sino también en la tasa de compra online o de petición de información de productos o servicios una vez el usuario ya está en la página.

Cuánta más calidad, relevancia y utilidad tenga nuestro contenido, más confianza generaremos en el usuario, y por lo tanto más lo predispondremos a comprar o a pedir información. En cambio, con unos contenidos deficientes, los usuarios tendrán más incentivo a abandonar la página para comparar con otras que le ofrezcan información mejor, y por lo tanto le infundan esa confianza que nosotros no le habremos dado.

El contenido web de calidad nos hace ganar dinero

En realidad, el hecho de que los contenidos de calidad en una web generen más confianza en el usuario no sólo revierte en una predisposición a comprar. También disuade a otros que, con unos contenidos poco atractivos o incompletos nos habrían contactado para resolver dudas y nos habrían hecho perder tiempo antes de acabar rechazándonos.

¿Cuántas veces habrá deseado el dueño de una tienda de muebles que sólo entren a su tienda los clientes ya medio convencidos de comprar y no lo hagan aquellos a los que, por más tiempo que inviertes en atenderles, nunca acaban comprando nada? Pues bien, en una web, el contenido de calidad ayuda a filtrar esos clientes y hace que nos contacten los más predispuestos a contratar o comprar y, por lo tanto, más fáciles de convencer. Ganar dinero nos supondrá una inversión menor. Por eso, el valor comercial de los contenidos es tan elevado, al mismo nivel que un buen diseño web.